LESIONES DE NERVIO CIÀTICO
Es un padecimiento que implica dolor, debilidad, entumecimiento u hormigueo en la pierna, causada por lesión o compresión del nervio ciático.
El nervio ciático puede ser vulnerable de atrapamiento en el plexo sacro, pelvis, región glútea o en escotadura ciática. La mayoría de las lesiones del nervio ciático se producen por traumatismos o fracturas desplazadas de cadera, hematomas en el compartimento posterior del muslo, inyecciones intramusculares, complicaciones tras cirugía de reemplazo de cadera o infecciones, como por ejemplo herpes simple o zoster. La endometriosis puede originar una mono neuropatía ciática recurrente al comprimir el nervio en la región de la cresta ciática. La neuropatía del nervio ciático es una rara complicación de una laparotomía y suele ser secundaria a una hemorragia pélvica súbita e inesperada. La compresión directa del nervio ciático es infrecuente, pero puede ocurrir durante estados de coma, anestesia o al permanecer sentado durante períodos prolongados sobre una superficie dura.
La división externa se lesiona con más frecuencia en las lesiones proximales del nervio ciático, hasta en el 75% de los casos, y puede simular una neuropatía peronea común. Los tumores del nervio y la compresión por aneurismas de la arteria ilíaca también son causas de neuropatía ciática
Se han descrito casos de neuropatía completa del nervio ciático causada por un síndrome compartimental glúteo secundaria a rabdomiolisis en consumidores de heroína por vía parenteral. Otras etiologías incluyen invasión del nervio por un linfoma, pacientes con enfermedad vascular periférica sintomática o que desarrollen oclusión de la arteria femoral e incluso compresión del nervio por una cartera o monedas situadas en un bolsillo trasero del pantalón.
Las causas comunes de ciática abarcan:
-Hernia de disco
-Estenosis raquídea
-Síndrome piriforme (un dolor que compromete el estrecho músculo en los glúteos)
-Lesión o fractura de la pelvis
-Tumores
Síntomas:
El dolor ciático puede variar ampliamente. Puede sentirse como un hormigueo leve, dolor sordo o una sensación de ardor. En algunos casos, el dolor es tan intenso que imposibilita el movimiento de la persona.
El dolor ocurre más a menudo en un costado. Algunas personas presentan dolor agudo en una parte de la pierna o la cadera y entumecimiento en otras partes. El dolor o el entumecimiento también se pueden sentir en la parte posterior de la pantorrilla o en la planta del pie. La pierna afectada puede sentirse débil. Algunas veces, el pie queda atrapado en el suelo al caminar.
El dolor a menudo comienza de manera lenta y puede empeorar:
-Después de pararse o sentarse.
-En las noches.
-Al estornudar, toser o reír.
-Al doblarse hacia atrás o caminar más de unas cuantas yardas, especialmente si es causado por estenosis raquídea.
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