ERGONOMIA LABORAL
La
Ergonomía es una disciplina científico-técnica y de diseño que estudia la
relación entre el entorno de trabajo (lugar de trabajo), y quienes realizan el
trabajo (los trabajadores).
Dentro del mundo de la prevención es una
técnica preventiva que intenta adaptar las condiciones y organización del
trabajo al individuo. Su finalidad es el estudio de la persona en su trabajo y
tiene como propósito último conseguir el mayor grado de adaptación o ajuste,
entre ambos. Su objetivo es hacer el trabajo lo más eficaz y cómodo posible.
Por
ello, la ergonomía estudia el espacio físico de trabajo, ambiente térmico,
ruidos, vibraciones, posturas de trabajo, desgaste energético, carga mental,
fatiga nerviosa, carga de trabajo, y todo aquello que pueda poner en peligro la
salud del trabajador y su equilibrio psicológico y nervioso. En definitiva, se
ocupa del confort del individuo en su trabajo.
La
forma de actuar de la ergonomía consiste en identificar los riesgos ocasionados
por las condiciones de trabajo y buscar soluciones para eliminarlos.
La forma de identificar los
riesgos ergonómicos es analizar las tareas que se realizan en el puesto de
trabajo, las herramientas que se utilizan y las condiciones en las que se
desarrolla el trabajo
¿PARA QUE SIRVE?
-Mejorar la
eficiencia, seguridad y bienestar de los trabajadores, consumidores y usuarios.
-Optimizar
los ambientes, sistemas y objetos con los que el hombre interactúa, mediante la
adaptación a sus capacidades.
-La mejora
en las condiciones ergonómicas de trabajo hace que se reduzcan las lesiones,
mejore la salud y aumente la eficiencia y la productividad.
LESIONES DE TRABAJAR SENTADO
Cuando pasamos mucho tiempo sentados sin levantarnos –más de
4 horas de la jornada–, la contracción muscular mantenida ocasiona la
compresión continua de los vasos sanguíneos provocando que el músculo no reciba
el aporte de oxígeno y glucosa necesarios, lo que dificulta la eliminación de
residuos celulares y provoca un nivel de fatiga que obliga a interrumpir la
tarea.
Los periodos prolongados en posición sentada reducen el
movimiento de los músculos, sobre todo en cuello y hombros, y producen una
compresión constante sobre los discos intervertebrales. Esto incrementa la
probabilidad de sufrir trastornos musculo esqueléticos en cuello, espalda
dorsal y zona lumbar, así como padecer problemas de circulación sanguínea
(cardiovasculares y varices).
El riesgo se incrementa con los años de exposición y se
acompaña de otros efectos adversos, como la disminución de la movilidad, la
eficiencia del corazón y pulmón, y la aparición de problemas digestivos. Existe
también cierta evidencia que relaciona la osteoartrosis de rodilla con el hecho
de trabajar sentado.
La mujer embarazada es un caso particular de exposición a
riesgo: se incrementan algunos síntomas comunes del embarazo como son el dolor
de espalda y la hinchazón de las piernas, así como el riesgo de desarrollar
varices en las extremidades inferiores.
Entre las lesiones más frecuentes de los trabajadores
destaca la fatiga física muscular, que suele manifestarse en la columna
vertebral. Además, son comunes los dolores en la nuca y cuello, y los propios
de la espalda y lumbares.
Otros trastornos frecuentes son:
-Contracturas musculares
- Hormigueos
- Cansancio o astenia
-Epicondilitis o codo
de tenista
- Síndrome del túnel carpiano
-Tendinitis del dedo pulgar
LESIONES DE TRABAJAS DE PIE
Mantener el
cuerpo en una posición vertical requiere considerable esfuerzo muscular que es
particularmente dañino incluso cuando se permanece de pie sin movimiento.
Efectivamente reduce el suministro de sangre a los músculos cargados. Un flujo
insuficiente de sangre acelera el inicio de la fatiga y provoca dolor en los
músculos de las piernas, espalda y cuello (éstos son músculos que se utilizan
para mantener una posición vertical).
El trabajador sufre
no solo de tensión muscular sino que también de otros malestares:
- El permanecer
de pie frecuentemente y de manera prolongada, sin algún alivio al caminar, hace
que la sangre se aglutine en las piernas y los pies.
- Cuando
permanecer de pie se da de manera continua por períodos prolongados, puede
resultar inflamación de las venas. Esta inflamación puede progresar con el
tiempo hasta llegar a venas varicosas dolorosas y crónicas.
-Contribuye a que las articulaciones de la
columna, caderas, rodillas y pies se inmovilicen temporalmente o se bloqueen.
Esta inmovilidad puede posteriormente llevar a enfermedades reumáticas debido
al daño degenerativo en los tendones y ligamentos (las estructuras que unen
músculos y huesos). Además de diferentes afecciones, entre ellas la artritis y
posibles lesiones.
- Embarazos
pre-término y bajo peso al nacer
- La circulación
sanguínea se ve enlentecida, el retorno de sangre al corazón es deficiente, y
entonces las venas y los músculos sufren una inflamación que produce dolor.
-El sufrimiento
de los pies es inevitable, ya que son el apoyo de todo nuestro cuerpo y
dependiendo del calzado que se utilice pueden aparecer juanetes u otro tipo de
problemas.
- Dolores
lumbares y de columna son inevitables, ya que el cuerpo adopta posturas que no
son cómodas ni naturales, por lo que los dolores e inflamación en la cintura y
lo problemas de columna que acaban incidiendo en las cervicales.
- Los dolores de
rodillas se vuelven insoportables, luego de que la situación se repita durante
horas a lo largo de muchos días de forma continua. También pueden presentarse
calambres.
LESIONES POR ZAPATO ALTO
Juanetes o Hallux
valgus: cuanto más estrecho sea el zapato y más alto el tacón, más
posibilidades de que se desarrollen juanetes, una afección que se caracteriza
por la desviación hacia dentro del dedo gordo del pie, que puede incluso llegar
a superponerse sobre el dedo más cercano.
Dedos en
martillo: se trata de una deformidad que hace que los dedos del pie se encorven
hacia arriba.
Esguince de
tobillo: caminar con tacones altos disminuye la capacidad de rotación del
tobillo y su flexibilidad, lo que aumenta el riesgo de sufrir esguinces o
microtraumas en el tobillo.
Neuroma de
Morton: afecta a los dedos y provoca dolor, hormigueo y ardor, que empeoran al
caminar. Se debe al exceso de presión sobre la punta del pie, que comprime los
nervios plantares, causa inflamación, y dificulta el riego sanguíneo.
Inflamación del
tendón de Aquiles: el uso continuado de tacones obliga a adoptar una postura
que aumenta la tensión del tendón de Aquiles y acorta los músculos de los
gemelos, de forma que utilizar después un calzado plano puede causar dolor, e
incluso se puede producir un desgarro o rotura del tendón.
Artrosis de
rodilla: esta patología es dos veces más frecuente en las mujeres, y el exceso
de peso, que sobrecarga la articulación, es uno de sus factores de riesgo. Por
ello, no es de extrañar que los tacones altos, que provocan un aumento de la
presión sobre las superficies articulares de la rodilla, y facilitan el
desgaste de los cartílagos, se hayan asociado en numerosos estudios con la
aparición de artrosis de rodilla.
LESIONES POR ZAPATOS PLANOS
Los zapatos bajos siempre son
preferibles a los de tacón alto, aún así son perjudiciales, debido a que no
ofrecen un buen apoyo para el arco del pie ni para el talón. Cuando los zapatos
planos se utilizan de forma constante, se puede sufrir de:
Tensión en el tendón de Aquiles
Dolor en músculos de la
pantorrilla
Dolor en los talones
Arco aplanado en los pies
Problemas de los tobillos, la
espalda baja y caderas
Problemas de postura en general
El calzado debe permitir al pie mantener una
posición natural al caminar. Por ejemplo, un calzado muy duro, como botas de
montaña o botas de seguridad -ambas con suelas muy duras- no permiten al pie
caminar con un movimiento natural. Esto perjudica el tratamiento de la fascitis
plantar y del espolón calcáneo, por lo que debe evitarse este tipo de calzado.
Una caída menor o un
trauma ligero pueden algunas veces producir rupturas de la columna. Muchas de
estas lesiones no requieren cirugía, pero las fracturas mayores pueden resultar
en problemas de larga duración, a menos de ser tratadas oportuna y
eficientemente. Las fracturas de la columna van desde dolorosas fracturas de
compresión, generalmente causadas por traumas menores en pacientes con
osteoporosis, hasta daños más severos como fracturas abiertas y fracturas
dislocadas que generalmente ocurren después de un accidente de auto o después
de una caída de altura. Estas lesiones severas degeneran frecuentemente en una
columna inestable con alto riesgo de daño a la medula y con la presencia de
dolor.
Osteoporosis o
ablandamiento de los huesos puede conducir a dolorosas fracturas de compresión.
Hasta hace poco el único tratamiento para estas lesiones era braicing y
medicamentos narcóticos lo que, con frecuencia se transforma en dolor constante
y deformidad progresiva.
SIMPLES O COMPLICADAS
Las fracturas de la
columna pueden definirse como simples o complicadas (menores o mayores).
Una fractura menor
significa que una parte de los elementos posteriores (lado de atrás) de la vértebra
se ha roto –las partes que no son tan vitales para la estabilidad de la
columna. Los elementos posteriores incluyen los procesos columnarios y la
faceta de las uniones (también llamados los procesos articulares). Si usted se
fractura esta parte de la vértebra es generalmente no muy serio.
Una fractura mayor
significa que la parte del cuerpo vertebral, los pedidles, o la lámina se ha
fracturado. La fracturación del cuerpo vertebral es considerada seria porque
ayuda a sostener mucho peso y distribuye la fuerza de los movimientos. Si esta
fracturada usted puede tener serios problemas con el alineamiento correcto de
las vértebras. La fractura de los pedidles o la lámina, es peligroso porque
agudiza la posibilidad de daños en el nervio. Adicionalmente tanto los pedicles
como la lámina suministran una fuerte cantidad de soporte para mantener la
columna estable. Si se fracturan, su columna puede estar inestable.
ESTABLE O INESTABLE
Estable o inestable es
otra calificación básica para las fracturas de columna.
Las fracturas estables
no causan deformación en la columna ni producen problemas neurológicos
(problemas de los nervios). Con una fractura estable la columna puede todavía
acarrear su peso y distribuirlo bastante bien. No tan bien como si no existiera
la fractura, pero como quiera, capaz de funcionar.
Las fracturas inestables
hacen que la columna tenga dificultad en sostener y distribuir su peso. Las
fracturas inestables tienen la posibilidad de progresar causando más daño.
También pueden causar deformidades de la columna.
DISLOCACIÓN DE LAS VERTEBRAS
La mayoría de las dislocaciones de la columna son el resultado de accidentes de tráfico, caídas muy fuertes o lesiones de fuerte impacto. Actividades como el futbol, polo y rugby implican un alto riesgo así como los deportes altamente técnicos como gimnasia y ski.
Debido a la naturaleza de cómo las dislocaciones de la columna son causadas, ellas están usualmente acompañadas de fracturas.
Algunas fracturas y dislocaciones de la columna pueden ser graves y otras no. En caso de que haya un dolor por varios días es recomendable ir al doctor.
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